Hace un par de meses comentábamos con entusiasmo la creación de la “Escuela de Justicia de Paz de Lima Norte” y el empeño de la Corte Superior de Justicia del Cusco en desarrollar políticas públicas en acceso a la justicia para la población rural. [1]
En esta oportunidad, queremos resaltar la continuidad de este positivo proceso en Cusco. Durante todo el mes de octubre, se desarrollaron 5 talleres a jueces de paz de las provincias de Cusco, Canas, Paucartambo, Paruro y Quispicanchi, en el que participaron activamente diversos magistrados de esta corte superior y más de un centenar de jueces de paz de las distintas provincias.
Debe destacarse que la Corte Superior de Justicia de Cusco estaría apostando a futuro por la Justicia de Paz. Es por eso que estos talleres no fueron actividades sueltas y organizadas intuitivamente, sino que forman parte de un proceso que se inició hace algunos meses, cuyo primer objetivo es formar un equipo de magistrados experimentados con los conocimientos y destrezas metodológicas necesarias para dirigir los talleres. Y es que no basta con conocer mucho de normas y procedimientos para realizar buenos talleres de capacitación a jueces de paz. Es necesario, además, conocer las principales características de la institución de la justicia de paz (con sus virtudes y limitaciones), y los contextos locales donde se desempeñan los jueces de paz. Asimismo, se requiere un conocimiento sobre pedagogía que permita entender cómo funciona la enseñanza para adultos, cómo rescatar las experiencias de los participantes y cómo lograr transmitir, en poco tiempo, un mensaje tan complejo como el del sistema de justicia, generando un buen clima de participación y compatibilizando los contenidos con sus prácticas culturales.
Realizar talleres de capacitación para jueces de paz es, como puede verse, un asunto complicado si se quieren conseguir buenos resultados. Creemos que en los talleres en las provincias de Cusco se puede hablar de buenos resultados iniciales (aunque todavía mejorables), pues se debe destacar la metodología altamente participativa que se aplicó, y que permitió que los jueces de paz, en vez de ser solo oyentes, pudieran participar activamente en base a la resolución de casos que reflejaban su problemática local.
Finalmente, consideramos oportuno señalar que estos talleres tuvieron como soporte de contenidos y metodología al Manual del Juez y Jueza de Paz y a la Guía del facilitador. Capacitación para Jueces y Juezas de Paz (2007). Saludamos los avances que se vienen dando en Cusco y esperamos que próximamente podamos comentar noticias similares provenientes de otras partes del país.
PUBLICADO ORIGINALMENTE EN JUSTICIA VIVA
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